
🚧 El problema: cuando “oír” no es lo mismo que “escuchar”
En el día a día de la docencia, la comunicación con los estudiantes puede volverse automática: se resuelven dudas, se dan indicaciones y se entregan retroalimentaciones rápidas. Sin embargo, muchas veces se oye sin realmente escuchar, lo que genera una brecha en la relación pedagógica.
Este distanciamiento puede traducirse en:
- Estudiantes que sienten que su voz no es valorada.
- Retroalimentaciones percibidas como frías o poco útiles.
- Un clima de aula donde predomina la desmotivación o la desconexión.
La falta de escucha activa no solo limita el aprendizaje, sino también la confianza y la motivación de los estudiantes para involucrarse en el proceso educativo.
💡 ¿Por qué la escucha activa transforma la docencia?
Adoptar la escucha activa implica más que prestar atención: se trata de mostrar interés genuino, validar emociones y responder de manera constructiva.
Sus beneficios se reflejan en todos los niveles:
- ✅ Para los estudiantes: aumenta la confianza, la motivación y el sentido de pertenencia. Cuando sienten que son escuchados, se atreven a participar más, a preguntar y a reflexionar sobre su propio aprendizaje.
- ✅ Para los docentes: permite comprender mejor las necesidades, expectativas y dificultades de los estudiantes, lo que enriquece la calidad de la retroalimentación. Además, fortalece la empatía y la conexión humana en el aula.
- ✅ Para la institución: promueve una cultura académica centrada en el respeto, el diálogo y la colaboración. Esto fortalece la imagen de una universidad que cuida tanto el aprendizaje como el bienestar de su comunidad.
🛠️ Estrategias prácticas para cultivar la escucha activa
- 👀 Contacto y atención plena
Evita distracciones y demuestra con tu lenguaje corporal que estás realmente presente. - 📝 Reformular y confirmar
Repite o sintetiza lo que el estudiante dijo para asegurarte de haber entendido correctamente (“Lo que planteas es que…”). - 💬 Preguntas abiertas
Invita a la reflexión con preguntas que no se respondan con “sí” o “no”, fomentando el pensamiento crítico. - 🤝 Validar emociones y esfuerzos
Reconocer sentimientos y logros fortalece la confianza y motiva al estudiante a seguir avanzando. - 📈 Retroalimentar desde la escucha
Utiliza la información que obtienes al escuchar para dar una retroalimentación más personalizada, clara y constructiva.
✨ Practicar la escucha activa no solo mejora la retroalimentación, sino que también fortalece el vínculo entre docentes y estudiantes. Es una herramienta poderosa que transforma la enseñanza en un espacio de diálogo, confianza y crecimiento mutuo.
👉 Reflexiona: ¿Cómo practicas la escucha activa en tu labor docente y qué cambios has notado en la conexión con tus estudiantes?