Por: Desarrollo Docente UPC
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El mundo VUCA (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad) en el que vivimos actualmente nos obliga a estar en un estado permanente de aprendizaje e innovación. Las empresas, instituciones educativas y el entorno en general, requieren de aprendices cada vez más ágiles que se puedan adaptar a diferentes ambientes y que puedan responder ante distintos estímulos.
No es extraño ver que, actualmente en la mayoría de ofertas de trabajo se requiere que quien postule sea una persona flexible, activo(a) o creativo(a). Se necesitan personas que sean capaces de desenvolverse en distintos proyectos y puedan resolver diferentes problemas que se les presenten.
En este sentido, nacen las metodologías ágiles con el propósito de adaptar la manera en la que uno trabaja a las condiciones y objetivos del proyecto y de este modo, generar respuestas o productos en menor tiempo (Martín, 2020).
Pero, ¿y cómo puedo utilizarlas en mi labor como docente?
Los docentes, como formadores, pueden trabajar los diversos cursos a través de las metodologías ágiles. De esta manera, no solo se consigue optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que también, le permite al estudiante familiarizarse con esta nueva forma de trabajo que actualmente ya se utiliza en diversos centros laborales por lo que incluirlo en su proceso formativo será un valor agregado. Del mismo modo, es de utilidad también y puede aplicarse entre los equipos de trabajo de una institución educativa.
Una de las metodologías ágiles más utilizadas en el mundo educativo es el Design Thinking donde se plantean 5 pasos para generar propuestas de productos. A continuación, encontramos los pasos que propone la “Guía del proceso creativo” del Instituto de Diseño de Stanford:
- “Empatía” para observar el problema o la consigna asignada, observar las necesidades del proyecto, de los usuarios, del entorno.
- “Definir” o delimitar el problema central, se debe seleccionar un problema que sea significativo, que genere interés y capte la atención de los miembros del equipo para que dispongan de todas sus herramientas para generar posteriormente una solución.
- “Idear”, en esta etapa comienza la lluvia de ideas para proponer soluciones viables y creativas.
- “Prototipar” donde ya se escoge una propuesta y se comienza a afinarla con los aportes y perspectivas de diferentes integrantes.
- “Evaluar” que es la etapa de feedback donde se pueden dar los últimos cambios para presentar la propuesta final, vemos en qué medida es una solución viable y apropiada para nuestro problema o reto inicial.
En suma, a través del Design Thinking podemos crear experiencias de aprendizaje más atractivas para nuestros estudiantes que les permitan desplegar más competencias y así, convertirse en aprendices ágiles listos para resolver diferentes retos que se encuentren en su vida académica y/o laboral-profesional.
Después de leer sobre el Design Thinking, ¿te animarías a implementar esta metodología en el desarrollo de tu curso?